Jesús nos dice al final del evangelio que estara con nosotros hasta el fin de los tiempos, por ello confiemos, no temamos, abandonemonos en El, por que nos acompaña y en este viaje de la vida viene a nuestro lado y asi podemos hacer discipulos suyos a todo el mundo por que la fuerza del Padre que es la fuerza del amor esta en nosotros.
http://www.youtube.com/watch?v=-wA2vPu2oKE
2 comentarios:
Elevación a la Santísima Trinidad
Beata Sor Isabel de la Trinidad
21 de noviembre de 1.904
¡Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro!
Ayúdame a olvidarme totalmente de mi,
para establecerme en Ti;
inmóvil y serena ,
como si mi alma estuviera ya en la eternidad.
Que nada pueda turbar mi paz,
ni hacerme salir de Tui,
mi Dios inmutable,
sino que cada momento me sumerja más adentro en la profundidad de tu Misterio.
Pacifica mi alma,
has en ella tu cielo,
tu morada más querida y el lugar de tu descanso.
Que nunca te deje yo solo allí,
sino que esté por entero allí contigo,
bien alerta en mi fe,
en total adoración y completamente entregada a tu Acción creadora.
¡Oh mi Cristo Amado, crucificado por amor!
quisiera ser una esposa para tu Corazón;
quisiera cubrirme de gloria;
quisiera amarte...¡Hasta morir de amor!
Pero conozco mi impotencia,
y te pido que me "revistas de ti mismo" (Ga. 3, 27),
que identifiques mi alma con todos los sentimientos de tu alma,
que me sumerjas en Ti,
que me invadas,
que ocupes Tú mi lugar,
para que mi vida no sea más que una irradiación de tu Vida.
Ven a mi como Adorador,
como Reparador y como Salvador.
¡Oh Verbo Eterno, Palabra de mi Dios!
Quiero pasar mi vida escuchándote,
quiero ser toda oídos a tu enseñanza para aprenderlo todo de Ti.
Y luego,
en medio de todas las noches,
de todos los vacíos y de toda mi ineptitud,
quiero vivir con los ojos siempre clavados en Ti
y permanecer bajo tu inmensa Luz.
¡Oh mi Astro querido!
Fascíname de tal manera,
que ya nunca pueda salirme de tu radiación.
¡Oh Fuego devorador, Espíritu de Amor!
"Ven a mí" (Lc. 1, 35)
para que se produzca en mi alma una especie de encarnación del Verbo:
que sea para Él pueda renovar todo su misterio.
Y Tú ¡Oh Padre!
inclínate sobre esta pobre criaturita tuya,
"cúbrela con ru sombra",
y no veas en ella más que a tu "Hijo Amado,
en quien has puesto todas tus complacencias"
¡Oh mis Tres, mi Todo
mi Eterna Bienaventuranza,
Soledad Infinita,
Inmensidad donde me pierdo!,
yo me entrego a Ti como victima.
Escóndete en mí para que yo me esconda en Ti (Col 3, 3),
hasta que vaya a contemplar en tu luz el abismo de tus grandezas.
Oremos hoy por todos los consagrados,por esos hombres y mujeres que entregan su vida a alabar a Dios y oremos por nosotros que como dice Sor Isabel de la Trinidad seamos "alabanza de gloria"
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