26 de Agosto de 2009.Transverberación de Teresa de Jesus

En el Carmelo Teresiano celebramos hoy la transverberación de Teresa de Jesus, un acontecimiento, una experiencia que vivio nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, al ver un angel con un dardo de oro y sentir que le atravesaba el corazon con el. Y que amor tan inmenso sintio la Santa, que gran experiencia mistica.

Sintio ese gran Amor con mayusculas que Dios en su inmenso amor le insuflaba en su corazon y ella sintio con gran gozo.

Que en cierta forma hoy nosotros tambien estemos abiertos a sentir ese AMOR e intentemos insuflar a los demas nuestro amor.

Un abrazo gotico para todos vosotros

Oscar

1 comentario:

Antonio González López dijo...

Aunque no sea comentario a la Transverberación, quería compartir con vosotr@s esta oración, que me llegó este verano, de la mano de la FRATER (Fraternidad Cristiana de Enfermos) de Segovia:

Señor
Perdonadme si os molesto
Hace un momento he tenido una idea:
Que necesitabais un Santo…
y he venido para ocupar el puesto;
cumpliré muy bien vuestro encargo.

Digan lo que digan, el mundo está lleno de gente perfecta.
Hay unos que os ofrecen tantos sacrificios
que, para que no os equivoquéis al contarlos,
los marcan con pequeñas cruces en un carnet.
A mí no me gustan los sacrificios,
me fastidian enormemente…
lo que yo os he dado, Señor,
sabéis que me lo habéis cogido sin permiso,
todo lo que he podido hacer es no protestar…

También hay gente que se corrige un defecto cada semana
por lo que son necesariamente perfectos al final del trimestre.
Yo… no tengo bastante confianza en Vos como para hacer eso;
¡Quién sabe si aún viviré al final de la primera semana!
¡Sois tan impulsivo, Dios mío!
Así pues, prefiero quedarme con mis defectos
utilizándolos lo menos posible.

La gente perfecta tiene tantas cualidades
que en su alma no queda sitio para nada más.
Jamás llegan a ser santos.
Por otra parte, tampoco tienen ganas de serlo, por miedo a faltar a su humildad.
Pero, ¡Señor!, un santo es un vaso vacío
que vos llenáis con vuestra gracia
que se desborda con vuestro amor
con la Santísima Trinidad…

Ahora bien, Señor, yo soy un vaso vacío
con un poco de poso en el fondo;
y eso no está bien, ya lo sé
pero vos debéis tener ahí arriba algún detergente celestial para limpiar
y, ¿para qué habría de servir el agua de vuestro costado
sino para lavarnos antes de ser usados?


Si tampoco Vos queréis nada de mí,
Señor, no insistiré más…
Reflexionad sin embargo sobre mi propuesta, es en serio.
Cuando vayáis a vuestra bodega
a extraer el vino de vuestro amor,
acordaos de que en algún lugar de la tierra tenéis
un pequeño cántaro a vuestra disposición

¡Amén!
(Recogido por el P. François, el fundador de la FRATER)